lunes, 27 de octubre de 2014

Ayotzinapa y la solidaridad de los de abajo



¿Qué ha sucedido en México después del 27 de septiembre de 2014? Las fotografías en redes sociales, los videos en internet y, sobre todo, las experiencias personales que de boca en boca se transmiten dan cuenta de marchas multitudinarias, de intervenciones artístico-políticas en las plazas públicas, paros estudiantiles en las universidades y millones de personas indignadas por un acontecimiento que ha rebasado ya las fronteras nacionales.

“¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, “No somos todos, faltan 43”, “Todos somos Ayotzinapa”, “Pudiste ser tú, pudieron ser tus hijos” son parte de las consignas que han gritado durante las últimas semanas una sociedad harta de impunidad y que ve esta afrenta a los estudiantes normalistas como suya. Es la consciencia colectiva que ha ganado una batalla al hasta ahora invicto individualismo feroz. Y es por eso que no es raro encontrarse cuando entras a tu cuenta de Facebook o Twitter gente de fisonomía distinta a la mexicana con pancartas en idiomas varios que muestran solidaridad: “Your fight is our fight”, “Nous Sommes Tous Ayotzinapa”, “Demokratie in Mexiko ist ein Betrug”.

A partir del proceso electoral de 2012, Colima ha comenzado a cantar en el mismo tono que el resto del país, o por lo menos una parte de la sociedad colimense. Los miércoles frente a la catedral, en la marcha organizada por la CEU del sábado 18 de octubre y en la realizada por los estudiantes de filosofía se puede ver a los zapatistas, feministas de diferentes colectivos, artistas, profesores, sindicalistas, estudiantes organizados y no organizados y un cúmulo de personas difíciles de clasificar. Es el Colima de abajo el que contrapone su solidaridad al silencio indolente de las élites.

El gobierno del estado no puede hablar al enfrentarse con una situación similar en la que las jóvenes desaparecidas se han vuelto una noticia recurrente. Los partidos políticos de siempre están preocupados por el tema de siempre: las urnas. La Universidad de Colima no se ha pronunciado al respecto cuando en estos días el rector de la Universidad Autónoma del Estado de México hizo público que no habría represalias para los estudiantes de su institución que se sumaran al paro nacional. La FEC marchó, sí, pero presionada por la opinión pública que denunciaba su silencio como complicidad, en un acto decidido por la cúpula de esta federación, sin convocatoria abierta a sus bases, sin consignas, sin contenido.


Por eso, es la hora del estudiantado libre y rebelde, del pueblo presto a alzar la voz, de las bases. Hoy nos une la exigencia al Estado de que presente a los 43 normalistas con vida, una demanda inmediata pero con olor a democracia, a solidaridad y a otro país posible.

Irving Radillo Murguía, vocero de la CEU

lunes, 13 de octubre de 2014

No queremos más "Ayotzinapa"


El caso Ayotzinapa es una de las heridas abiertas en nuestro maltratado país. La noche del viernes 26 de septiembre, la policía municipal de Iguala, Guerrero, abrió fuego contra estudiantes de la Normal de Ayotzinapa que se encontraban en autobuses con rumbo a la Ciudad de México para participar en la marcha conmemorativa del 2 de octubre. Horas más tarde, un grupo armado identificado con un cártel de narcotraficantes atacó a varios automovilistas en la autopista. El saldo de esta emboscada conjunta fue de 6 personas muertas, 25 heridos y 43 estudiantes desaparecidos.

En un clima de confusión generalizada, poco a poco se ha ido filtrando información que vincula al alcalde de Iguala, actualmente prófugo, con la organización criminal “Guerreros Unidos”. El enérgico rechazo de la sociedad mexicana y la comunidad internacional ante lo acontecido en Guerrero presionó al gobierno a actuar para esclarecer el caso, lo que llevó al descubrimiento de 6 fosas clandestinas con varios cuerpos calcinados que están en proceso de identificación.

Este lamentable suceso es revelador en varios sentidos, pues hace innegable lo que todos ya sabíamos: los compromisos del gobierno en todos sus niveles con el crimen organizado y la represión a la divergencia por parte del narco-Estado que se recrudece con el regreso del PRI a la presidencia. Igualmente, la reacción conservadora de una parte de la población que culpabiliza a los normalistas por su participación política contestataria es producto de la campaña mediática que desde años atrás comenzó el gobierno para criminalizar a los jóvenes haciendo ver en ellos “potenciales delincuentes”.

¿Y a nosotros como jóvenes de Colima qué con eso?

Pareciera que este tipo de hechos tienen lugar en situaciones muy ajenas a la nuestra, pero la verdad es que situaciones cercanas se han venido dando últimamente en nuestro estado: el número de feminicidios ha aumentado en comparación con años anteriores, así como la desaparición de mujeres adolescentes y jóvenes; ha habido actos policiales arbitrarios contra organizaciones juveniles como Casa de la Lengua en Villa de Álvarez y Grupo Ensamble en Colima; compañeros y compañeras disidentes han sido intimidados por parte de directivos de la universidad o miembros de la FEC para que desistan de su activismo,  entre muchos otros ejemplos.

Así pues, la escalda de intolerancia, represión y criminalización de la juventud que mostró su rostro más crudo en los normalistas asesinados y desaparecidos, tiene también sus manifestaciones en Colima. Debemos alzar la voz para denunciar estos actos indignantes y presionar por todos los medios posibles para que sean castigados los responsables. Si dejamos pasar este hecho, vendrán muchos “Ayotzinapa” más.

La Coordinadora Estudiantil Universitaria desde los primeros momentos repudió la violencia de Estado ejercida contra los estudiantes de la Normal Isidro Burgos a través de un comunicado en su página en Facebook . Como CEU, estos hechos nos tocan en lo más hondo y nos hacen alzar más la voz para exigir el cese de la represión contra la protesta social y el respeto estricto a los derechos humanos.


Irving Radillo Murguía, vocero de la CEU
*Foto de Fer Poetiza

domingo, 5 de octubre de 2014

Patria Grande y lucha estudiantil

"Me siento tan patriota de Latinoamérica, de cualquier país de Latinoamérica, como el que más y, en el momento en que fuera necesario, estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación de cualquiera de los países de Latinoamérica."
Ernesto “Che” Guevara

El próximo 9 de octubre se conmemora un año más de la muerte del célebre guerrillero argentino Ernesto “Che” Guevara, acaecida en 1967 por el ejército boliviano con apoyo de la CIA. Este hombre, convertido en un icono de las luchas de liberación, ha inspirado por décadas a las juventudes indignadas por las condiciones injustas en que vivimos y que proponen un cambio radical. Más allá de la leyenda y de las acusaciones que le hacen sus detractores (desde que fue un asesino terrorista hasta un adalid del comunismo burocrático), como estudiantes críticos queremos rescatar su conciencia internacionalista y latinoamericana.

Nacido en Argentina, en el año 1928, desde joven y casi sin dinero, comenzó a realizar viajes con sus amigos por las provincias de su país y otros lugares de América Latina, lo que le puso en contacto con la realidad de pobreza y opresión de la población. Estuvo en el noroeste argentino, hizo un recorrido por toda la costa atlántica sudamericana, visitó Chile, Perú, Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Centroamérica y por último México, en donde junto con Fidel Castro organizaron el Movimiento 26 de Julio, embarcándose rumbo a Cuba para iniciar la revolución que acabaría con la dictadura de Batista y el poderío yanqui en la isla caribeña.

El Che Guevara siempre tuvo un pensamiento internacionalista y estuvo convencido de que sólo se podría derrotar al imperialismo si la lucha se generalizaba por todo el Tercer Mundo. Incluso después del triunfo de la Revolución Cubana, recorrió otras naciones latinoamericanas y viajó al Congo para organizar la resistencia.

Actualmente, los movimientos sociales de los últimos años y el triunfo de gobiernos progresistas han reavivado el sentimiento de una “Patria Grande Latinoamericana”. El sueño de Simón Bolívar de que todos los países al sur del Río Bravo se unieran en una gran nación basada en la justicia social, el cuidado de la naturaleza, en la soberanía y el respeto a la diversidad cultural, sigue vigente en el imaginario colectivo.

Como estudiantes, queremos abrir nuestros horizontes de lucha: lo que sucede en nuestra universidad no es exclusivo de nosotros, sino que se enmarca en un contexto nacional e internacional de avance liberal de privatización de todo lo que es público y que ahora toca a los servicios como la educación. La respuesta a esta ofensiva globalizada tiene que ser internacional. En el espíritu del Che Guevara, no queremos globalización en la que se abren las fronteras a los mercados pero se cierran a las personas, sino solidaridad latinoamericana e internacionalista entre los explotados y oprimidos.

La Coordinadora Estudiantil Universitaria invita este jueves al foro “La lucha estudiantil por América Latina” en torno a la muerte de Ernesto “Che” Guevara, a las 6:30 de la tarde en el Jardín Libertad.




Irving Radillo Murguía, vocero de la CEU